Estación Central de Ámsterdam

La estación de trenes más grande de Ámsterdam es una de las puertas a la ciudad. Se inauguró en 1889 y la multitud de espectadores tenía tanta curiosidad por verla que no les importó pagar para echarle un vistazo al edificio, solamente durante los primeros días después de su inauguración. En la actualidad, la entrada es gratuita, pero el lugar sigue estando abarrotado porque es el punto principal del transporte de Ámsterdam.

Todo el transporte público se centra alrededor de la Estación Central, así que puedes llegar allí, o de allí, en varios medios de transporte: tranvía, autobús, metro... El interior de la estación está limpio y lleno de pequeñas tiendas donde puedes comprar todo lo que necesites para tu viaje: aperitivos, periódicos, libros, etc.

Si quieres evitar el ajetreo diario de multitudes de viajeros que van y vienen, limítate a visitar el edificio principal desde fuera. La característica que más les impone a los turistas es la belleza exterior del edificio y no tanto el interior.