Archibasílica de San Juan de Letrán

La más antigua de las cuatro basílicas de Roma y la sede eclesiástica del Papa, esta basílica es la Iglesia Catedral de Roma.

Construida en el año 314 bajo el mandato del Papa Melquiade, se destruyó y reconstruyó en varias ocasiones; sobrevivió a un terremoto que provocó el colapso del techo y a dos incendios que arruinaron todo el interior. Se demolió y construyó de nuevo en el siglo XV.

El obelisco más alto del mundo se encuentra frente a este edificio y ha tenido un largo recorrido. Lo encargó un Faraón egipcio, y se envió a Roma en lugar de a Constantinopla (donde originariamente se suponía que se erigiría), se derribó en el año 357 en el Circo Máximo y luego se volvió a descubrir en el siglo XVI. Después de todos estos problemas, ha encontrado su lugar. La fachada que podemos ver hoy en día es el resultado de una reconstrucción a partir del año 1735, liderada por Alessandro Galilei.

Puedes admirar esculturas de los 12 Apóstoles, en una escala mayor que el tamaño natural. Hay hermosos mosaicos en el suelo, pero cuando vengas, no te olvides de mirar hacia arriba y admirar el techo con marco dorado.

Vístete correctamente (hombros cubiertos y sin pantalones cortos). Puedes llegar con el metro (estación San Giovanni, línea A), o con los autobuses 81, 117, 673, 714, 717 y 792.