Cheonggyecheon

Este arroyo de 8,4 kilómetros es la prueba de que las renovaciones pueden cambiar por completo la percepción pública de algo. El arroyo solía estar contaminado y parecía un enorme montón de basura, por lo que las autoridades decidieron taparlo con la construcción de una carretera en 1979. En 2003, decidieron restaurar el arroyo como parte de una promoción ecológica relacionada con el desarrollo urbano.

Al principio, el proyecto recibió muchas críticas por parte del público, pero cuando se terminó, este lugar se volvió un lugar popular para relajarse y disfrutar de la naturaleza. El agua se purificó y se convirtió en un hábitat natural para varias especies de peces, insectos y aves. Además, fue de utilidad para enfriar las áreas circundantes unos 3,5 °C y ahora la corriente previene las inundaciones durante las fuertes lluvias.

Hay numerosos festivales durante los cuales el agua y los senderos cerca del arroyo se iluminan y le dan un ambiente romántico al lugar.

Es muy recomendable visitar Cheonggyecheon en verano, pues la fresca brisa es muy agradable después de caminar por la ciudad durante varias horas. Trae algo para comer y un buen libro y únete a los lugareños.